BAGA I, ‘cápsula que contiene las semillas del lino’, del lat. BACA ‘fruto (de cualquier planta)’.
1.ª doc.: Acad. ya 1817.
Del diminutivo latino BACŬLA viene el it. bàgola ‘nombre de una fruta (Elsbeere)’ que en bastantes hablas alpinas y alto-italianas, desde el Friul hasta Lombardía y Emilia designa la frutita del enebro o de otros arbustos y secundariamente ‘cazcarria’, etc.; se cree que de ahí sale el gall. bágoa ‘lágrima’ (REW, 873), al cual no vacilo en agregar el vasco malko íd., puesto que la m- inicial del vasco viene casi siempre de una B- antigua, y una trasposición malko-a de *maklo-a (lat. vg. BACLA) es hecho frecuente en esta lengua.
Esto, que escribía yo hace ya unos diez años (Top. Hesp. II, 309), me parece claro hoy que debemos desecharlo definitivamente: la etimología *BACŬLA ‘frutita’ dim. del lat. BACA, que tradicionalmente se ha venido atribuyendo a la voz gallega, es una idea demasiado linda y poética para que sea verosímil en la mente popular, y que además no explicaría la palabra vasca ni siquiera en el aspecto fonético. Junto a bágoa existe en efecto en gall. un bagulla ‘lagrimita’ (voz afectiva) empleado por Rosalía de Castro y Curros Enríquez, y en cantares populares, y oído por Sarm. («bagulla, en otras partes bágoa», «estás bagoando» CaG. 133v, 68r, etc.), y el verbo bagullar ‘derramar lágrimas’ intr., empleado por Martelo Paumán (DAcG.). Parece claro que esto supone un BAKUL?A diminutivo, ya formado por la lengua prerromana, con la terminación adjetiva -?A, o más bien un verbo *BACULIARE derivado ya del prerromano *BACULଵ por el latín vulgar de Galicia: así esto como aquello acaba de asegurar el carácter prerromano del vocablo. Pero el vasco nos muestra que la -L- del étimo no siempre ocupó esta posición: seguramente el vocablo entró en España con una forma *BAKLUA bifurcada después en *BALKUA > M- en vasco, pero *BAKULA, con otra trasposición de la líquida, en gallego.
En el nombre de la lágrima las lenguas indoeuropeas presentan cuatro variantes ya conocidas, según el consonantismo inicial de las varias lenguas de la familia: 1.° hay *DRAKRU- o *DRAKUR ―quizá la variante más antigua― en armenio y alto y bajo alemán: a. al. med. traher, con -N en a. al. ant. trahan y b. al. ant. trahni (hoy träne), junto al armenio artasuྃ que supone *DRAKUR, con la segunda -R puesta al final1. 2.° DAKRU, eliminada la primera R por disimilación, de donde el griego ƌάκρυ pl. ƌάκρυα, el célt. insular *DAKROM (irl. ant. dēr, ky. deigr, etc.) y en la mayor parte del germánico (gótico, escand., anglosajón y el resto del alto-alemán: de donde el al. dial. zähre, ingl. tear, etc.). 3.° Con otra disimilación de la primera R (en L) pasó DRAKRU a *DLAKRU, de donde el lat. lacruma. 4.° En indoiranio, báltico y tocario aparece una forma AKRU sin consonante inicial alguna, forma en la cual la disimilación llega al colmo: scr. açru, ave. asrū, lit. āšara, toc. ākär. 5.º En fin, el indoeuropeo hispánico presentaría B- inicial y la segunda R sería ahí la disimilada en -L-, combinando así la característica L del latín con otra alternancia en la inicial: *BAKLUA (gall. bágoa, vco. málkuà). El traslado de la -L- pudo también ser secundario (> *BAKŬLA), puramente romance, según el tipo de CONFLUENTES > fr. Confolens, cat. arc. Confolents (ya en el S. IX), cast. clueca > culeca, etc. Como un quinto tipo de inicial alternante, en B- no sería más sorprendente que la inicial cero del cuarto tipo, ya por el hecho de haber otros cuatro tipos más (DR-/D-/DL-/cero), y como al fin y al cabo también B- podría resultar de otra disimilación de dentales (dental > labial); como por otra parte la singular terminación -KLUA es ya por sí sola fuerte indicio del carácter indoeuropeo de *BAKLUA (paralelo a los plurales *DAKRUA y *AKRUA), este indoeuropeísmo hispánico es harto verosímil.
Bágoa parece que fué sentido en la Edad Media como palabra plebeya, poco digna de uso literario, y permaneció siempre ajena al portugués; el caso es que aun los textos gallegos antiguos emplean el vocablo latino y romance general: lágrima en las Ctgs. («ouv’ y con alegría muitas lágrimas choradas») 323.58 (otros en 155.57, 403.3) y lágrima (171.14) o lágrema en la Gral. Est.; pero bágoa aparece junto con los primeros textos populares [1746, coplas de Sarm.; Rosalía; Curros; etc.].
DERIV.
Bago ‘grano de uva’, en el Bierzo, Salamanca, Canarias (BRAE VII, 341), Sierra de Gata (VKR II, 84) y Mérida (aquí, también de cereal), así como en gallego2 y portugués (el catalán tiene el diminutivo bagó en igual acepción), menos corriente que el sustantivo es el verbo gall. bagoar o esbagoar (estás bagoando, este niño esbagoa Sarm. CaG. 68r, 197v). Bagar ‘echar la baga, el lino’; desbagar, ast. debagar ‘sacar de la baga la linaza’ (V). Bagullo ‘hollejo de la uva’, en Salamanca (Lamano), o bagujo (Espinosa, Arc. Dial, 82); gall. -ullo ‘el orujo de la uva ya pisada’ (Sarm. CaG. 77v). Bagaña ‘baga’, allí mismo y en Galicia (Sarm. o. c., 96r). Bagazo ‘residuo de lo que se exprime para sacar el zumo’ [1600, Pérez de Hita], especialmente el de la caña de azúcar, ac. muy arraigada en Cuba (Pichardo) y otras partes de América, de la que derivó el fr. bagasse [1724; vid. König, BhZRPh. XCI, 21-22]; también puede ser de la aceituna, o de la naranja, y aun de la miel, como dice el P. Cobo, Hist. del N. Mundo, a med. S. XVII; en las Guerras de Granada de Pérez de Hita, II, 260, se aplica figuradamente a persona inconstante y tornadiza; en Galicia, Portugal (bagaço) y en Cáceres (Espinosa, l. c.) es el orujo de la uva, y en un glos. portugués del S. XIV designa la semilla o la pulpa de la uva («exacino: estremar bagaço dos folhelhos», RPhCal. VI, 82, § 1105); Aut. cita la variante gabazo, que hoy se emplea en Huelva en el sentido de ‘escobajo’ (RFE XXIV, 227); Varrón, L. L. VII, 87, afirma que el vino en España se llamaba bacca, y comp. el gall. bago de uva ‘grano de uva, una uva’ (Alvz. Giménez, s. v. vago; Sarm. o. c. 77v).
CPT.
Gall. lorbaga, V. LAUREL. Acaso sea derivado o cpto. un hispanoárabe baglitúneç registrado por PAlc., traduciendo «borraja»; no hay otra noticia de este vocablo, no recogido por Simonet ni por los demás diccionarios (Lerchundi y R. Martí dan traducciones muy diferentes); podría sospecharse ahí un plural de un diminutivo romance en -it -on formado sobre un *baġla ‘frutita’, pero serían algo extrañas la ġ (y no q o k) y la -ç (y no -x), y como no sé que la borraja sea notable por su fruto, parece mejor fundada la conjetura de Dozy (Suppl. I, 101b) de un compuesto baġlī tûnis ‘cemento o lodo de Túnez’, si bien no se aprecia en esto una base semántica.
1 Nótese, pues, que también es posible que la segunda líquida estuviese tras la U, ya en el céltico de los ártabros, tal como en armenio, aunque allí luego cambiada en. -L-.― ↩
2 Sarm. CaG. 77v. De ahí baguxa ‘especie de ampolla o bocha que se hace en pie, mano, etc.’ (63v), bagaña ‘la cascarilla en que se contiene la linaza’ (64v ). ↩